Desde hace más de un año que con Eduardo Musto teníamos ganas de venir a probar esta zona de Santiago del Estero, porque le veíamos potencial para hacer buenos vuelos.
Veníase posponiendo hasta que al final decidimos irnos los días entre Navidad y Año Nuevo.
Con torno prestado por Arturo Oppen, arreglos varios en el mismo y en el trailer.
Arrancamos el 25 a la tarde, con explosión de neumático del trailer en Campana, y otras demoritas que nos convencieron de hacer noche en Rafaela.
El día siguiente era de cielo azul y poco viento en superficie. Llegamos a destino a las 14 hs.
Después de demoras varias entre buscar rutas de torneado y poner a punto el torno, terminamos haciendo el primer buen remolque a las 18:00 hs.
Con un +3 sostenido hasta los 1600 msnm ya Quimilí prometía ....
A la noche tarde llegan Marcos del Rio, Gegé y Martín Utrera dispuestos a prenderse a la exploración del lugar.
Amanece el 27 y nos ponemos en campaña para dejar todo resuelto para empezar a tornear lo antes posible. Ya se veían callecitas de cúmulos más al norte y al oeste.
A eso de las 12:15 salgo en el primer remolque del día y me suelto en una que parecía buena pero las condiciones no estaban tan armadas como esperaba.
Me cuesta subir y los primeros 30 km los hago sin demasiada altura y con una salvada a 150 mts del piso. Luego las condiciones se empiezan a poner mejor aunque estaba turbulento y muy variable.
Cuando llego a Añatuya ya las condiciones estaban muy buenas, con techos de 2000 mts, calles de nubes para ir sin girar, pero sin contacto por la radio ya que seguían torneando en Quimilí a 100 km al noreste.
Sin girar hago unos 20 km y me enfrento con una decisión difícil: la deriva va hacia el medio del monte, las rutas divergen una hacia el este y otra al sudeste, y yo volando al sudoeste sabiendo que no quedaban muchos caminos para salir de ese monte.
Decisión difícil ... las pelotas !!!!! Estoy acá para volar y no importa si no hay contacto por radio, llevo 130 km y son pasadas las 4 de la tarde, de última una noche a la intemperie no le hace mal a nadie.
Con esos pensamientos, pero insistiendo por la radio y girando cualquier cerito que me hiciera avanzar sin perder altura, me interno en el monte con dudas sobre que ruta elegir para caminar lo menos posible.
Finalmente me decido por ir acercándome hacia el oeste donde está la ruta que une Los Telares con Sumampa. Entretanto debo cruzar un par de ríos y zonas de bañados girando todo para zafar del agua.
La decisión es la correcta. El viento se pone franco del este, las condiciones se empiezan a desarmar, se ven desarrollos más hacia el sur pero logro llegar a hasta la ruta deseada. Con un buen techo más podría intentar tirarme a la ruta 9 en Ojo de Agua, pero sólo encuentro ceros o cosas muy débiles que me alejan de la ruta hacia monte denso. Las condiciones ya no se ven tan buenas y decido no arriesgar más y voy a aterrizar.
Me encuentro con fuerte viento del este, un camino estrecho de tierra orientado norte-sur como único aterrizaje posible y flanqueado por quebrachos y jarillas. Se pone difícil el aterrizaje y al segundo intento un rachón me saca para atrás sin subirme lo suficiente y le pego al último quebracho antes de llegar al camino.
En seguida aparece una camioneta con varios policías que de ocote pasaban por ahí, me ayudan a sacar la vela de los árboles pero deciden que es muy raro que yo esté ahí y deciden llevarme hasta Ojo de Agua para "averiguar un poco".
Finalmente la cosa se va suavizando, logro ponerme en contacto con los muchachos, y a las 21:30 nos encontramos en la comisaría.
El viaje de vuelta es increíble. Las tormentas elétricas más impresionantes que jamás hayamos visto. Horas de relampeguear, rayos de todas formas y colores, cielos que se iluminan por completo, y nosotros casi todo el viaje esquivando la lluvia.
Terminamos haciendo escala en una parrilla de Añatuya donde me corresponde sin muchas quejas invitar el asado.
El vuelo de 188 km en línea recta en poco menos de 6 hs., y volando bastante conservadoramente. Primer vuelo en serio en el lugar.
Evidentemente esto promete ...
Veníase posponiendo hasta que al final decidimos irnos los días entre Navidad y Año Nuevo.
Con torno prestado por Arturo Oppen, arreglos varios en el mismo y en el trailer.
Arrancamos el 25 a la tarde, con explosión de neumático del trailer en Campana, y otras demoritas que nos convencieron de hacer noche en Rafaela.
El día siguiente era de cielo azul y poco viento en superficie. Llegamos a destino a las 14 hs.
Después de demoras varias entre buscar rutas de torneado y poner a punto el torno, terminamos haciendo el primer buen remolque a las 18:00 hs.
Con un +3 sostenido hasta los 1600 msnm ya Quimilí prometía ....
A la noche tarde llegan Marcos del Rio, Gegé y Martín Utrera dispuestos a prenderse a la exploración del lugar.
Amanece el 27 y nos ponemos en campaña para dejar todo resuelto para empezar a tornear lo antes posible. Ya se veían callecitas de cúmulos más al norte y al oeste.
A eso de las 12:15 salgo en el primer remolque del día y me suelto en una que parecía buena pero las condiciones no estaban tan armadas como esperaba.
Me cuesta subir y los primeros 30 km los hago sin demasiada altura y con una salvada a 150 mts del piso. Luego las condiciones se empiezan a poner mejor aunque estaba turbulento y muy variable.
Cuando llego a Añatuya ya las condiciones estaban muy buenas, con techos de 2000 mts, calles de nubes para ir sin girar, pero sin contacto por la radio ya que seguían torneando en Quimilí a 100 km al noreste.
Sin girar hago unos 20 km y me enfrento con una decisión difícil: la deriva va hacia el medio del monte, las rutas divergen una hacia el este y otra al sudeste, y yo volando al sudoeste sabiendo que no quedaban muchos caminos para salir de ese monte.
Decisión difícil ... las pelotas !!!!! Estoy acá para volar y no importa si no hay contacto por radio, llevo 130 km y son pasadas las 4 de la tarde, de última una noche a la intemperie no le hace mal a nadie.
Con esos pensamientos, pero insistiendo por la radio y girando cualquier cerito que me hiciera avanzar sin perder altura, me interno en el monte con dudas sobre que ruta elegir para caminar lo menos posible.
Finalmente me decido por ir acercándome hacia el oeste donde está la ruta que une Los Telares con Sumampa. Entretanto debo cruzar un par de ríos y zonas de bañados girando todo para zafar del agua.
La decisión es la correcta. El viento se pone franco del este, las condiciones se empiezan a desarmar, se ven desarrollos más hacia el sur pero logro llegar a hasta la ruta deseada. Con un buen techo más podría intentar tirarme a la ruta 9 en Ojo de Agua, pero sólo encuentro ceros o cosas muy débiles que me alejan de la ruta hacia monte denso. Las condiciones ya no se ven tan buenas y decido no arriesgar más y voy a aterrizar.
Me encuentro con fuerte viento del este, un camino estrecho de tierra orientado norte-sur como único aterrizaje posible y flanqueado por quebrachos y jarillas. Se pone difícil el aterrizaje y al segundo intento un rachón me saca para atrás sin subirme lo suficiente y le pego al último quebracho antes de llegar al camino.
En seguida aparece una camioneta con varios policías que de ocote pasaban por ahí, me ayudan a sacar la vela de los árboles pero deciden que es muy raro que yo esté ahí y deciden llevarme hasta Ojo de Agua para "averiguar un poco".
Finalmente la cosa se va suavizando, logro ponerme en contacto con los muchachos, y a las 21:30 nos encontramos en la comisaría.
El viaje de vuelta es increíble. Las tormentas elétricas más impresionantes que jamás hayamos visto. Horas de relampeguear, rayos de todas formas y colores, cielos que se iluminan por completo, y nosotros casi todo el viaje esquivando la lluvia.
Terminamos haciendo escala en una parrilla de Añatuya donde me corresponde sin muchas quejas invitar el asado.
El vuelo de 188 km en línea recta en poco menos de 6 hs., y volando bastante conservadoramente. Primer vuelo en serio en el lugar.
Evidentemente esto promete ...
Comentarios
vs por otro 1º puesto en la CND...
:-)